Escalada a La Picota, excursión dominguera de las de verdad. Salimos desde Mompía hacía Mortera y allí cogimos el desvío para empezar a ascender. Antes tuvimos la primera baja ya que Gabriela se dio media vuelta nada más empezar la caminata. Contra la genética no se puede luchar. El día era buenísimo, sol radiante y soplando un nordeste que hacía que la vista estuviese totalmente despejada. La subida con rampas pronunciadas y algún que otro "madurito" que decía que parasemos a descansar por los niños....cuando éstos subían corriendo !!!!!!!!. Hicimos "cumbre" a las 14.30 horas al primer intento, sin oxigeno y en bermudas. Hay pocos 900 que se me resistan. Las vistas desde la cima impresionantes como se ve en las fotos. Bajamos por la otra cara, más peligrosa, y abriendo nueva ruta. Un descenso épico en el que llegamos a perder toda esperanza de supervivencia debido a su dificultad, sin exagerar se vivieron momentos dramáticos y cuando ya pensábamos en comernos unos a otros (VIVEN 2) encontramos un sendero que nos devolvió a la civilización. Enfilamos los últimos kilómetros hasta llegar a la playa de Liencres donde fuimos recibidos por nuestras familias que nos esperaban ansiosamente... para cuidar a los niños !!!!!!!!!!. Un baño increíble y mi cadera, espalda y rodilla que me dicen que si quiero aventuras me vaya al cine.
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