Libertad, libertad

He estado dudando si colgar junto a este vídeo la foto ecuestre del dictador que, por fin, ha desaparecido de la plaza del ayuntamiento de nuestra ciudad, pero pensándolo bien he decidido no hacerlo. Y no lo hago porque no puede aparecer en un blog que trata principalmente sobre la amistad, del buen rollo; y no lo hago porque me gustan cuatro melenudos que lanzaron al mundo un mensaje de paz y amor hace ya muchos años pero que sigue tan vigente como entonces; y no lo hago porque no puede aparecer al lado de las fotos de mis hijas, que espero vivan siempre en libertad; pero sobre todo lo hago porque me da la gana y porque vivo en un país democrático donde, como decía Churchill, si llaman a la puerta de tu casa a las seis de la mañana abre tranquilo porque es el lechero.